El proceso de desarrollo emocional o afectivo en los niños empieza a partir de la etapa post-natal, justo en el momento cuando nace. La primera emoción que expresa es el llanto, por el cual demuestra que está vivo y que siente.
En el momento del nacimiento a las primeras personas a las que muestra su emoción de llanto es a las enfermeras que lo atienden, a la madre y a los familiares que están en ese momento. De esta manera empieza el aprendizaje social del niño en el mundo que le rodea.
Pues naturalmente es la madre quién sabe interpretar las emociones del niño puede detectar cuando siente algún malestar o si quiere algo. En ocasiones le es un tanto difícil descifrar ciertas conductas que preceden al llanto y esto hace que el niño entre en desesperación y la madre en incertidumbre.
Es la madre quien empieza a satisfacer las necesidades del bebé como la alimentación, el aseo, el amor. Son muy importantes las muestras de cariño y el contacto por parte de la madre en esta etapa de crecimiento del niño, puesto que se desarrolla en ambos un apego afectivo, el cual estimula a dar y recibir cariño mutuo.
En este proceso expresa otras emociones como sonreír, la cual es una respuesta a la sonrisa de la madre o de algún familiar que este en contacto con él. En algunos casos las respuestas dadas por el niño son negativas que equivalen al rechazo. A medida que pasan los meses el niño es más sociable, porque establece relaciones con familiares y demás personas, en este proceso el niño siente apego por las otras personas y en el momento en que se alejan de él empieza a llorar. Nunca deja de apegarse a su madre porque es necesaria para él su compañía. Todo este afecto es bueno siempre y cuando no sea en exceso, pues debe haber un equilibrio porque al igual que el poco afecto trae consecuencias, el exceso del mismo también las trae inconvenientes en el desarrollo de otras áreas del niño.
Podemos notar en ocasiones que el niño se muestra agresivo o con ira porque no logra satisfacer sus necesidades; con un poco de edad entre los 7 u 8 meses, al no obtener sus juguetes cuando los desea, el alimento o el cariño y normalmente las expresa con gritos y llantos. Seguidamente en este proceso hace que poco a poco vaya madurando aunque con escasa lentitud el niño, ya no va dependiendo tanto del cariño de la madre sino que empieza a socializar con niños de su edad.
Podemos notar en ocasiones que el niño se muestra agresivo o con ira porque no logra satisfacer sus necesidades; con un poco de edad entre los 7 u 8 meses, al no obtener sus juguetes cuando los desea, el alimento o el cariño y normalmente las expresa con gritos y llantos. Seguidamente en este proceso hace que poco a poco vaya madurando aunque con escasa lentitud el niño, ya no va dependiendo tanto del cariño de la madre sino que empieza a socializar con niños de su edad.
Este proceso no deja de ocurrir y aparecer en la vida de todo ser humano, porque en el transcurso de ella ocurren un sin fin de acontecimientos que hacen cambiar constantemente las emociones o la afectividad hacia ciertas personas que han estado siempre empañándonos. Las mismas hacen ver a las personas que tenemos a nuestro alrededor nuestro estado de ánimo con solo mirar nuestras caras, o por conductas extrañas en algunos casos.
By: Debra, Bravo
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